lunes, 21 de mayo de 2012

SMARTIES

Estaba sentada, casi recostada, la copa de vino en una mano y la otra ocupada en pellizcar cansina pero continuamente un bol de smarties. Chupa cada caramelo como si quisiera comprobar aquello de que se derriten en tu boca, no en tu mano, me mira. Ella sonríe promesas, yo sonrío expectativas.

Como lo de interpretar sonrisas es un arte que no siempre domino me acerco a la cocina a por mas vino, lleno su copa, apuro y relleno la mía. Armado de cuchillo, vino y aviesas intenciones me echo al suelo, gateo hasta sus pies y le hurto un puñado de smarties que sumerjo en mi copa. De rodillas ante ella le separo las piernas, lleva tanga negro, con el cuchillo y venciendo un leve impulso uxoricida rasgo el tejido y descubro un hilo de vello primorosamente recortado.

Mojo mis dedos en el vino y trazo sobre el blanco de sus muslos un camino ascendente que los separa buscando su punto de unión. Ella sigue, supongo, comiendo las pequeñas pastillas de chocolate recubiertas de azúcar, si se derriten en tu boca ¿También en tus labios? Cojo unos pocos y se los introduzco, meto los pulgares abriendo un hueco ya abierto, húmedo. Por encima de mi cabeza noto como ella resopla y rebulle sorprendida y complacida. Recorro sus labios con los míos, busco mas pastillas y la cubro entera, mezcla de colores dulces y sabores salados.

Chupo y sorbo enérgica y ruidosamente, noto una reacción igualmente ruidosa, las piernas se le mueven convulsiva e inevitablemente, me aprietan, me sofocan sus vaivenes.smarties21

“Empuja, dame de comer, tengo hambre” le digo y ella hace fuerza y con movimientos musculares y violentos golpes de pelvis empuja hacia mi los caramelos y huelo y mastico y degluto con la sensación de que me la estoy comiendo y ella gimotea, solloza, golpea. Y cuando ya no puede mas se desliza por el sillón a mi encuentro y cae de espaldas ofreciéndome el espectáculo de su placer. Cae entre mis brazos suplicándome que entre en ella “ven, ven”. Se me ofrece abierta de par en par, incitante y acepta al huésped deseado con calor. Me lanzo a un prolongado galope que ella espolea con jadeos, arañazos, mordiscos y orgasmos. Chillidos alegrías, golpes, y embestidas hasta que no puedo más, se rompe el dique y llega la liberadora inundación, me vacío, con unos espasmos acaba de exprimirme hasta la ultima gota.

Está boca arriba, abierta de piernas y manos, sudorosa, satisfecha, la pastilla de chocolate mas golosa del mundo.

jueves, 26 de abril de 2012

BONDAGE

grilletes

¿Por qué a algunas personas les atrae el juego de ser atadas?- preguntas mientras dejas la copa sobre la cómoda.

Te lo explico con un ejemplo- respondo cogiéndote las dos manos y juntándolas a tu espalda al tiempo que con la otra mano saco las esposas. Mientras te engrilleto las muñecas, voy susurrándote al oído.

- Ahora estás en mi poder-te digo, saco un pañuelo y te vendo los ojos-guarda silencio o tendré amordazarte, lo que sería una complicación innecesaria.

Me acerco a tu espalda, aparto el pelo liberando tu cuello que recorro a besos largos, húmedos, cansinos, con un brazo te sujeto con fuerza por la cintura y con la otra te acaricio las tetas.

- A algunas personas les atrae el juego de ser atadas-digo sin dejar de acariciarte- porque es una la liberación de inhibiciones y responsabilidades, en alguna medida confían las llaves del juego erótico a la otra persona, ahora soy yo quien marca las pautas. La sensación de dejarse llevar, de despreocupado abandono erótico- sigo susurrando y bajando una mano entre tus piernas- es para muchas personas altamente gratificante en el plano sexual.

Sujetándote con fuerza y empujándote con suavidad te hago subir las rodillas a la cama, te doblo por la cintura hasta hundir tu cara en el colchón para construir con tu cuerpo un trípode que te deja rendida, abierta, expuesta. Me arrodillo agarrándote por las caderas para enfrentar mi cara a tu valle, acerco mi lengua al interior de tus muslos, atrapo con mi boca tu labios y por ellos me deslizo saboreando humedades.

- A otras personas les atraen también las sensaciones físicas: la presión de la cuerda o los grilletes, la imposibilidad de moverse - sigo susurrando y sigo lamiendo hacia arriba hasta entretenerme en un largo beso, no por negro menos cariñoso - el roce o incluso la abrasión producida por la cuerda al desplazarse sobre la piel.

Guardo un silencio obligado, mi boca entretenida entre tus labios, me tiro debajo de ti hocicando en tu vientre buscando la guinda del pastel que saboreo con mi cara empapada con tu néctar.

Recupero mi verticalidad mientras te observo húmeda, excitada, tan rendida como deseosa. Subo a la cama te incorporo y te impongo una mordaza de carne que llena tu boca, sujetándote, uso tu garganta a mi merced para dame placer.

- El placer obtenido por la adrenalina que genera el peligro simbólico- susurro sin dejar de usarte - atrae a muchas personas - ahora es un movimiento corto de mi punta en tu boca que succiona - igualmente la sensación de impotencia cuando se hacen intentos por liberarse; a algunas personas les agrada realizar estos intentos mientras son estimuladas sexualmente por la persona activa.

Salgo de tu boca y te retorno a la posición de trípode, te agarro con una mano de las caderas y con la otra me guio para rozarte los labios con mi punta mezclando tu saliva con tus jugos. Entro en ti despacio, como cogiendo el sitio, para salir lento y entrar de nuevo de golpe arrancándote un pequeño grito. Inicio con tu cuerpo un movimiento armónico simple que hace que entre y salga de ti al ritmo y fuerza de mi voluntad, capricho o deseo.

- A la persona activa le gusta el juego de atar - digo sin dejar de golpearte contra mi - por el estímulo que genera tener la total responsabilidad sobre el placer sexual del compañero o compañera - mi voz ya entrecortada al notar cómo te corres- el placer creativo y estético unido a la visión del cuerpo humano atado como una singular obra de arte.

Continúo golpeando tus caderas con ansia, cada vez más fuerte, cada vez más rápido hasta que con un grito derramo dentro de ti el resto de la explicación. Recupero apenas el aliento y con voz ronca te pregunto:

- ¿Te ha quedado claro?

- Y si no, siempre puedes volver a repetírmelo- ronroneas picarona.

lunes, 21 de febrero de 2011

Y (Griega profunda)

El culo, esos dos promontorios de carne que nacen al final de la espalda y que rodean un orificio, que también se llama culo, rodeado a su vez de prejuicios deseos y leyendas. Se le llama también ojo del culo y además ojete, los más finos ano, los mas poéticos rosa negra y otras cosas que se les ocurren. Se puede distinguir entre culo carne y culo agujero.

Culoregalo

El culo carne es parte eminente de la estética corporal. Los culófilos y los que no lo son tanto, aprecian y admiran el culamen femenino. El culófilo juzga la belleza del mismo junto la amplitud de las caderas y la estrechez de la cintura, suelen preferirse el culamen carnoso, macizo, prieto y respingón.

A muchos hombres les sorprende, sobre todo jóvenes, pero muchas mujeres también son culófilas y admiran el culo masculino con cualidades propias. Les suele gustar macizo, saliente y apretado.

El culo agujero es un verdadero órgano sexual y no es sagrado ni inviolable. La sodomía no es un placer de maricones, un sucedáneo a falta de otra cavidad como mucha gente cree. De hecho casi ningún hombre se corre por el culo y en cambio muchas mujeres sí. Pues no sé exactamente porque, hay quien dice que porque la pepita está pegada al vientre y el capullo separado por lo que le llegan las sensaciones amortiguadas. No importa, lo que si importa es tener presente que el culo agujero está diseñado para expulsar, no para introducir, por esto el lubricante tiene una gran importancia. La mantequilla del último tango tiene su aureola mítica pero su eficacia es dudosa, hoy hay muchos lubricantes específicos, yo prefiero los no perfumados.

Es responsabilidad propia mantener el conducto a punto, las hay que incluso se presentan con el mismo ya lubricado y perfumado, un detalle que se aprecia. Lo que se llama partir o romper el culo no es en realidad un desvirgue y no hay nada que romper. Solo se trata de dilatarlo hasta que admita el cuerpo extraño (o conocido jeje) una maniobra por lo menos molesta, cuando no dolorosa, que debe hacerse sin violencia para evitar sufrimientos innecesarios y que no termina con una sola penetración. Hay que repetirla, pero casi nunca el dolor dura tanto o es tan intenso que sea intolerable.

Es un placer de los que se aprende a disfrutar despacio, lo mismo que a casi nadie le gusta el primer sorbo de cerveza o la primera calada de un cigarrillo. Las sensaciones no son claramente sexuales al principio y el proceso de convertirlas en placenteras es lento, aunque hay excepciones claro. Por ser un acto consciente, antinatural y no espontaneo , tien mayor altura human y erótica que el meramente instintivo. Además tiene el valor simbólico de entregar la parte mas intima , secreta y vulnerable del cuerpo.

Culo

La sensación que experimenta el enculador es distinta de lo que siente en el coño y la boca, por la estrechez y la sequedad y por la fuerza de las contracciones rectales, que no se comparan ni con las de la vagina ni con el aleteo de la lengua.

Se de alguna mujer que dice que es un placer brutal, pero tan intenso, que lo reserva para ocasiones muy especiales, otra que sólo lo hace cuando muy desatada; para otra es un favor que solo concede aun hombre que le guste mucho y, en fin, otra que solo se lo pide a los que tiene la picha con la forma adecuada, y alguna que hace las tres cosas jeje. A la mayoría que lo prueban les gusta, algunas incluso se envician, pero casi todas le ponen pegas a los superdotados, para que luego digan.

Pero hay otros placeres anales que no son la sodomía, un nombre tan poético como “el beso negro” designa algo tan prosaico como lamer el ojete. Esta zona hipersensible no suele ser acariciada y menos por algo tan suave como la lengua, tiene efectos fulminantes tanto en hombres como en mujeres. Dejarse de remilgos y probarla, por activa y por pasiva es algo que nadie debería perderse. A todo el que tenga algunas horas de vuelo le han metido alguna vez un dedo por el culo, pero el “postillón”, otro termino clásico, es algo mas, se hace en el momento del orgasmo, para acentuar sensaciones o un momento antes para precipitarlo.

¿Como estáis de griegas profundas?

lunes, 17 de enero de 2011

X (Porno)

No hay acuerdo sobre donde acaba el erotismo y donde empieza la pornografía. El “porno blando” o soft core, suele ser sexo simulado, nada de pollas tiesas. Si hay nabos duros y polvos (penetraciones) reales entonces se le llama hard core (que sería algo así como centro duro), esto ya no es tan aceptado, hay quien también considera porno duro a algunas escenas lésbicas incluso a fotografías de Mappeltorpe, que solo sugieren, eso si escandalosamente.

Como he dicho no hay acuerdo, no se porqué una escena real ofende mas que una simulada y eso que en el porno duro, aunque haya picha tiesa y leche derramándose, los actores fingen lo que se les pide. Por escrito es mas difícil fingir, por eso toda narración explicita es hard core, puede que hasta este blog jeje.

Yo lo tengo claro, la diferencia está en el buen gusto, si me excita y es de buen gusto es erotismo; si es de mal gusto, pornografía. Y como el gusto es personal y subjetivo, que cada uno decida que es porno y que es erotismo.

El porno en general está hecho para hombres, para un público de mal gusto al que desde luego no le excitan las mismas cosas que a las mujeres; suele representar mitos machistas y es feo. Si las mujeres rechazan casi todo el porno no es por una cuestión estética, a muchos hombres tampoco les gusta. El buen porno lo disfrutan los dos. En mi opinión el mejor porno es el que hace uno mismo delante del espejo o la cámara o el que produce con el teclado y el lápiz, excita hacerlo y contemplarlo luego y no hay trampa. Tener porno a mano viene bien en noche de fiesta, crea un ambiente propicio y es un estimulo nada desdeñable.

Todo esto es muy subjetivo, cada uno lo ve desde su personal y respetable punto de vista, pero para mi, resistirse por prejuicios a ver un libro o una película porno es absurdo. Negar que te ha excitado si lo ha hecho, mas absurdo todavía.

Considerar obsceno cualquier desnudo o cualquier representación de actos sexuales es por desgracia muy frecuente y está muy lejos una actitud sana en cuanto al disfrute del sexo. Como negarte a que te fotografíen desnudo o en situaciones “comprometidas o escabrosas”, con lo excitante que es luego verte. Muy excitante es tener una colección de buen porno bien escogido, sublime si eres tu protagonista.

Y esto se iba a quedar aquí, pero como he lanzado la idea de protagonizar tu propio porno, no me resisto a dejar unos brevísimos apuntes sobre el tema.

Hacer tu propia película porno, por muy casera que sea, requiere un poco de preparación, algo mas de puesta en escena que el mero encuentro sexual. Pensar en lo que se va a hacer, preparar el escenario y la cámara, todo esto puede ser excitante, pero puede distraer también. Además, sPorno1i bien el primer paso es conectar la cámara frente a la cama y meterse en faena, después los resultados te indican que hay mas, mucho mas. Un poco mas de luz, y donde ponerla, ¿donde poner la cámara? ¿desde donde se verá mejor? Lo siguiente es darse cuenta de que hay que parar de vez de vez en cuando, para cambiar la cámara de sitio o para no salirse del plano o para tomar planos cercanos, detalles. Las posturas en las que mas gozas, no son las que mejor dan en pantalla, sobre todo si no tienes un físico privilegiado jeje

Son muchas cosas, que hay que estudiar, puede ser muy divertido y sobre todo, no hay nada tan excitante como verte provocando un orgasmo autentico.

Para terminar, todo esto hay que tomárselo con mucha calma y mucho humor, disfruta de todo el proceso, no hay que pedirle a tu compañera las “performances” de algunas estrellas del porno, puede ser hasta peligroso. Por supuesto, y para evitar desilusiones, tampoco esperar que tu mozo sea Nacho Vidal, (y no me refiero al tamaño) que hasta en esto del porno las comparaciones son odiosas, o no.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

WOUUUUUUU

El titulo no es mas que una pequeña broma y una gran excusa para hablar de lo que se oye en una noche de gozo erótico. Apasionados arrullos obscenos, ardientes voces de animo casi ininteligibles, ¡mas… mas.. así.. así..!, lamentos y jadeos que puntúan el goce a lo largo del encuentro y mas aun los aullidos y mugidos del estertor de la pequeña muerte, todo un lenguaje para expresar lo que se siente, estimularse, unir la comunicación no verbal tráfico de sensaciones que fluye cuerpo a cuerpo. No hay que acallarlos, es bueno rugir tu placer a pleno pulmón. Además es bueno proferir los ayes con vigor pues la energía se concentra al contraer los músculos del abdomen, lo mismo que los karatekas en el momento de dar un golpe.

Las mujeres suelen ser mas expresivas y sonoras. Algunos hombres, sobre todo jóvenes no expresan emoción; supongo que hacerlo en sitios clandestinos o poco íntimos acostumbra a reprimir el ruido.

En el encuentro entre dos consumados amantes consumados siempre se oye el glu-glu de una mamada, el cloc-cloc de los sexos batidos, el seco chac-chac del culo penetrado, el plas-plas del golpeteo de los cuerpos y los azotitos en el culo, el rac-rac del roce de las sabanas, una música sacra que sumada a jadeos y suspiros, eleva la temperatura y embellece el trajín de los cuerpos.

wouu

Y mientras escribía esto y me daba cuenta de que hoy tampoco iba a ir el gimnasio, me he puesto a pensar en la cantidad de ruido que hacemos los hombres en el gimnasio. Soplidos, resoplidos y “fuuuus” y “ahhhhh”. Las mujeres en cambio hacen sus ejercicios inspirando y expirando sin hacer apenas ruido. Pero en la cama es al revés. A no ser que nos de por decir guarradas, pero eso es otra cosa, los hombres solemos estar mas casados del orgasmo. Mientras que en la cama, las mujeres gritan y gimen y jadean y aúllan sin la menor inhibición.

¿Podéis explicarme por qué?

Yo creo que tiene relación con las diferentes expectativas de cada género y con el temor a no dar la talla. Los hombres lo fingen mas a menudo en el gimnasio y las mujeres lo fingen mas a menudo en la cama.

jueves, 11 de noviembre de 2010

VELAS

 

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La seguí hasta la puerta del dormitorio, ella me empujó suavemente hasta la cama. Yo me preguntaba. ¿De verdad es esto lo que quiero? ¿Qué me seduzcan sin ninguna ceremonia, sin ningún romanticismo? Estaba excitado y también un poco molesto, mas conmigo mismo que con ella.

-Ven- dijo dando unas palmaditas sobre la cama.

En mis fantasías, probablemente en las suyas había juego de seducción, falsos tira y afloja para calentar el ambiente, pero esto era tan real que las fantasías no influían, o si.

Ella se puso todo lo erguida que pudo, si miedo a parecer más alta que yo. Me miró a los ojos. Le sonreí, pero ella me devolvió una mirada desafiante de deseo.

-Quítate la camisa- ordenó.

Sin dejar de mirarla me la quité sin desabotonarla.

-¿Y ahora?- pregunté sin dejar de mirarla.

-Los pantalones, las botas, todo.

Obedecí rápido y quedé mirándola fijamente, desnudo y empalmado.

Ella dejó la copa, sacó el mechero del bolso y dio la vuelta a la habitación encendiendo las velas que había colocadas en el suelo, en la estantería, en las mesillas, en todas partes. Pasó delante de mí rozando mi sexo y aproveché para acariciarle el interior del muslo, subiendo bajo su falda. Ella me apartó la mano.

-Suéltame- dijo. La solté sin dejar de mirarla.

Se sentó en el sillón, cruzó las piernas, sonrió ligeramente, con su cara a dos palmos de mi verga.

-Mastúrbate-me dijo.

Se notaba su excitación, parecía hipnotizada por el ritmo cansino de mi mano y el olor a incienso de las velas. Separó las piernas.

Sin dejar de masturbarme vi como se quitaba la blusa y luego la falda muy despacio, sin quitarse las botas se deshizo de las bragas contoneándose como una serpiente. Abrió las piernas un poco más para que pudiera verle el sexo. Estaba empapada. Se metió los dedos dentro los sacó y se los chupó.

-Ven-la llamé.

Pero ella no hizo caso y se masturbó lentamente hasta alcanzar el orgasmo. Se la veía poderosa, atractiva y sucia, una combinación realmente maravillosa. Al correrse echó la cabeza hacia atrás y cerró los ojos. Al abrirlos yo estaba a su lado, besándola, uniendo mi mano con la suya en su sexo.

Atrapó mi mano con la suya y se masturbo con ella, con la otra mano alcancé una vela cercana y la incliné dejando caer gotas de cera sobre su pecho, mi sexo en su boca ahogó los gemidos de placer de su orgasmo.

Caímos encima de la cama con una pasión irreprimible. Le chupé los pezones con fuerza. Ella castigó los míos con dientes y uñas, me hizo ponerme boca arriba. Me hizo gemir frotando la cabeza del miembro con los labios de su sexo, hasta que por fin lo engulló por completo, subiendo y bajando una y otra vez con todo el peso de su cuerpo. Luego se inclinó hacia adelante, me abrazó y giramos hasta quedar tumbados de costado, todavía más unidos, follando y besándonos sin parar. A estas alturas estábamos restregándonos en un charco de sudor compartido. La agarré con fuerza del culo, me moví con fuerza y, con un grito entrecortado me corrí dentro de ella. Al notarlo ella tuvo un nuevo orgasmo.

Seguimos un rato tumbados, entrelazados y sudorosos, por encima de su pelo, solo veía una cosa, velas.

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lunes, 25 de octubre de 2010

VIRGOS (Y DESVIRGUES)

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El virgo, o himen de los cultos, era, según cuentan los cronistas, una membrana que dificultaba la entrada en la vagina en el primer fornicio por vía natural. De su integridad o rotura dependía el que las chicas fueran honestas o no pendones, con ventajas matrimoniales para las primeras y ventajas carnales para las segundas, aunque algunas de estas, después de haberse divertido de lo lindo, se lo hacían zurcir para casarse, y entre las primeras no faltaba la que lo único virgen que tenían en el cuerpo era el sacro coño, sin que el novio supiera lo que habían hecho con las manos, con la boca o con el culo.

Antiguamente era un honor muy apetecido por los hombres, incluso algunos libertinos, que una chica les eligiera para ser el primero, y algunos pagaban por romper virgos cosidos y recosidos., pero hoy en día son los mozalbetes los que tienen el honor de hacer el destrozo, que es lo que suelen hacer, por torpes y son pocos los adultos en cuyas manos cae una mujer entera de cualquier edad. Que valga la pena, quiero decir.

Estrictamente el virgo es el himen, nada mas. Pero en sentido figurado se dice que es virgen de la boca quien no ha comido una polla o un coño, virgen del culo el hombre o la mujer que desconoce la sodomía, virgen el chico que nunca ha fornicado, virgen la mujer que ignora el placer sáfico, o virgen de hombre el que jamás ha hecho una mariconada. Y yendo mas allá, es virgen mental quien tiene la cabeza envuelta en nubes de ignorancia erótica. Todo mortal empieza la carera de la vida con esas virginidades intactas y la mayoría no pierde varias de ellas. Quien las pierde todas, casi seguro llega a ser un artista consumado de lo erótico.

Sin negar que ser el primero tiene un encanto especial para quien se estrena, no es lo mas apetecido para alguien experimentado. Una vez desflorada ya no es virgen y sigue siendo inexperta, lo que menos le apetece a un libertino. Las preferimos mas toreadas. En cambio lo que s hay que romper muchas veces son las mas abundantes virginidades bucales, anales y mentales; desvirgues que, ademas de imprescindibles para el desarrollo del arte erótico son gratos y remuneradores cuando el educando o educanda es una promesa de calidad.

¿Y vosotras? ¿como andáis de virgos y desvirgues?